sábado, 24 de octubre de 2015

Seamos artistas de nuestras propias vidas.






Todos han olvidado que nacieron artistas, artistas creadores de vida y que, tan pronto como comprenden este hecho y esta verdad, se curarán de la neurosis o psicosis o como quiera que le llamen a su trastorno.
Alina Díaz J.


Nuestros pensamientos son energía e información que enviamos a nuestro cuerpo y a las directrices de nuestras vidas. Son la base por medio de la cual actuamos y vivimos determinadas circunstancias cotidianamente. Desde el momento en que nacemos, vamos constituyéndonos a partir de las experiencias y aprendizajes que van moldeando nuestra personalidad de acuerdo a los patrones de conducta que adoptamos en nuestro entorno y de los traumas que se quedan enraizados en nuestro inconsciente.
Comenzamos entonces a vivir desde un molde prefabricado, desde una perspectiva estructurada basada en creencias e ideologías que, sin darnos cuenta, producimos y reproducimos una y otra vez a través de nuestra conducta automatizada, de nuestras palabras y de nuestros pensamientos; porque todos estas pautas están instauradas en la sociedad, están ahí esperándonos al momento de nacer y permanecen allí aún después de nuestra muerte.
Sin embargo, si comenzamos a entender que en todo momento somos los creadores de nuestra realidad, que somos los artistas que dan forma a su propio destino, podemos liberarnos de aquella venda cegadora desde la cual hemos estado viviendo como víctimas de las circunstancias, dejando de lado aquellos círculos viciosos en los cuales hemos estado girando una y otra vez, para emprender el camino del autoconocimiento y la autorrealización. Cada ser humano tiene la opción de utilizar su expresión creativa para dar forma a su realidad a partir del mundo de las ideas y de la inspiración. Todos tenemos la capacidad creadora de materializar nuestros pensamientos, tanto si somos conscientes de ello como si no. Nuestro ser constituye la materia prima a partir de la cual podemos desarrollarnos como artistas de nuestras propias vidas, como dice el filósofo japonés Teitaro Suzuki en el libro Budismo Zen y Psicoanálisis, “el hombre dedicado al Zen puede decirles que todos han olvidado que nacieron artistas, artistas creadores de vida y que, tan pronto como comprenden este hecho y esta verdad, se curarán de la neurosis o psicosis o como quiera que le llamen a su trastorno”.

Si reflexionamos al respecto, podemos ver con claridad como cada pensamiento ha traído consigo devuelta una circunstancia en la realidad. Estamos acostumbrados a sólo ver los resultados de nuestras acciones, sin darnos cuenta que todo efecto tiene una causa que, muchas veces, no queremos ver.

Si logramos darnos cuenta de esto, comenzamos a ser conscientes del poder creador que como artistas de la vida nos ha sido otorgado. En nuestro ser se encuentra la herramienta perfecta a través de la cual dibujar y dar forma a nuestros sueños, nuestra mente es el eje articulador de nuestras vidas, a través de ella podemos producir las más inspiradora de las ideas pero también los más temibles demonios. Somos responsables de utilizar de la mejor forma posible este don, pues el problema no es el cuchillo, el problema es cómo se usa. Nuestra mente es un instrumento de creación de posibilidades infinitas, si sabemos usarla a nuestro favor, puede transformarse en esa varita mágica que el mago utiliza para transformar la realidad y hacer milagros.
Si queremos desvelar nuestro yo total y desarrollarnos como artistas en profundidad, es necesario dedicarle tiempo a nuestro trabajo, sentir la pasión y el amor que da el impulso inicial en nuestras obras, entendiendo que cada manifestación artística nos pone en contacto con la Gran Unidad, donde la separación tiempo - espacio, cuerpo – alma,  se disuelve, dando paso a la liberación de nuestro espíritu creador a la luz de nuestra consciencia. Si logramos que esto suceda, surge una transformación renovadora dentro de nosotros como individuos y eso implica que también se genere un cambio latente en la humanidad.
Dentro de nosotros tenemos todos los implementos necesarios para desarrollarnos como artistas, podemos expresar nuestra originalidad en cada acción que embarquemos, dejando de lado la conformidad, los convencionalismos, ese yo encasillado y fragmentado desde la individualidad. De esta forma, podemos respirar la totalidad, la infinidad de la creación, y sentir cómo la divinidad se manifiesta en cada célula de nuestro cuerpo y en cada lugar de la existencia. Somos libres cuando soltamos las limitaciones de nuestros pensamientos y nos abrimos a la creatividad de nuestra alma, cuando nos hacemos cargo de nosotros mismos y en cada una de nuestras acciones queda impregnada la huella artística de nuestro ser. 

Gracias a
Alina Díaz J

http://mundonuevo.cl/noticia/168/seamos-artistas-de-nuestras-propias-vidas

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Es interesante?
¿Te sirvió la información?
¿Quieres algún tema en especial?
Una nueva visión es un aprendizaje.