Que son y como identificarlas.
Los 7 chacras
• El primer chacra también llamado raíz
MULADHARA
Se encuentra situado en la base de la columna vertebral o
coxis, y regula las glándulas suprarrenales. Su función principal se asocia a
la seguridad, el enraizamiento y la voluntad de sobrevivir, de manera que
podamos sentirnos firmemente asentados sobre nuestros pies. El modo como una
persona se mantiene en pie dice mucho de ella; revela la manera de estar en la
vida y de cómo se yergue en el mundo: bien plantada y confiada, o insegura y descompensada.
Cuando el primer centro está bien desarrollado hay conexión y arraigo en la
tierra (en la realidad), confianza, sensación de independencia, estabilidad y
poder personal. Cuando es disfuncional puede fluctuar entre un exceso de
dependencia y desvalimiento o un exceso de control y miedo a la dependencia.
• El segundo chacra o Hara
SVADHISTHA
Se halla situado en el bajo vientre, a cinco centímetros
por debajo del ombligo, y es el centro de gravedad del cuerpo, centro
energético o sede de la vida. Se relaciona con el deseo, las emociones, la
sexualidad, la reproducción y la fecundidad. Es el centro del bienestar, del
estar centrado en uno mismo por excelencia, fundamental en la práctica de la
meditación. Estar centrado supone hallarse bien conectado con el ritmo de la
respiración.
• El tercer chacra está en el plexo solar
MANIPURA
Debajo del diafragma, y está asociado a las glándulas
pancreáticas. Este centro se relaciona con la voluntad, con el poder personal
como capacidad («de» y no «sobre»), así como con el autodominio y la
autoafirmación. Aquí se reflejan el manejo de los conflictos, el dominio y la
sumisión, la capacidad de cooperar y la responsabilidad de uno mismo. También
se relaciona con el miedo, la inseguridad, la rabia y la angustia, así como con
la falta o exceso de límites: el invadir o dejarse invadir.
·
El
cuarto chacra es el del corazón o centro emocional.
ANAHATA
Está asociado al timo y se relaciona con la apertura del
corazón, la aceptación incondicional, el amor irradiante, la compasión, la
soledad y el anhelo de conexión con quienes nos rodean. Interviene en la
capacidad de establecer vínculos amorosos y compasivos con los demás, y su
falta de equilibrio o disfunción se refleja en la existencia de problemas tanto
de adicciones afectivas y pérdida de individualidad, como de relaciones
superficiales, indiferentes o transitorias. Este centro es el nexo de unión
entre los chacras inferiores y superiores, donde se unen instinto y
espíritu, Tierra y Cielo.
• El quinto chacra es el de la garganta.
VISHUDHA
Se asocia a la glándula tiroides y se relaciona con la
capacidad de expresarse, la creatividad y la comunicación. Supone la aptitud de
dejar expresarse al corazón, sus percepciones y sentimientos de forma creativa,
la propia verdad o voz interior. Bloqueos de este centro provocan tanto culpas
y acusaciones hacia los otros como por el contrario el hecho de «tragarse»
cuanto a uno le digan.
•
El sexto
chacra se encuentra en el centro del cerebro a la altura del entrecejo.
AJANA
En la glándula pineal, y se relaciona con la visión
interior, la intuición, la contemplación y la compresión. Indica tanto un mirar
hacia fuera como hacia el interior. Favorece la capacidad imaginativa y la
visión de la esencia de las situaciones. Las disfunciones de este centro pueden
dar lugar a obsesiones y alucinaciones.
• El séptimo chacra está en la parte superior de la
cabeza.
SAHASRARA
Área de la fontanela y la glándula pituitaria, y nos
comunica con el universo; supone estar abierto a algo mayor que uno mismo, el
sentido religioso o trascendente. Conecta el espacio interior con el exterior,
y favorece procesos de conocimiento y entendimiento universales. Problemas en
este centro pueden generar tanto miedo existencial como sentimiento de
omnipotencia.
De esta manera, al ir despertando, movilizando e
incorporando la energía de cada centro se van integrando diferentes niveles de
conciencia, la cual va expandiéndose cada vez más en su camino hacia la
individuación.
El cuerpo es el vehículo de la conciencia: somos un alma
en un cuerpo.
El Ser esencial es la energía vital irradiante y luminosa
que da vida al cuerpo.
En todo gesto verdadero se halla presente la unidad del
cuerpo y el alma.
En los gestos se ve la medida en que la persona está
comprimida por la coraza de su personalidad o hay apertura y transparencia al
Ser esencial.
Trascender
la dualidad mente-cuerpo, sentir la unidad de la mente y el cuerpo como un todo
integrado y armónico proporciona y genera vitalidad.
La
conciencia corporal facilita el equilibrio y la integración de la persona, nos
conecta con el aquí y ahora, con la experiencia de la presencia despierta.
Escuchar
nuestro cuerpo y sentirlo nos acerca a la esencia de nuestro Ser.
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