Alergia: la alergia es una reacción exagerada a una sustancia que reconocemos como nociva. Desde luego, la actuación del sistema de defensas del organismo está justificada cuando se trata de supervivencia. El sistema inmunizador del cuerpo produce anticuerpos para combatir los antígenos*, con lo que proporciona una defensa contra invasores hostiles, lo cual, fisiológicamente, es irreprochable. En los alérgicos, esta defensa, en sí encomiable, se desorbita.
A quién es usted alérgico? Deseos falsos, traumas sin resolver.
*ALERGIA = AGRESIVIDAD O TRISTEZA HECHA MATERIA
El alérgico debe hacerse las siguientes preguntas:
1. ¿Por qué no asumo mi agresividad con la conciencia en vez de obligarla a realizar un trabajo corporal?
El alérgico debe hacerse las siguientes preguntas:
1. ¿Por qué no asumo mi agresividad con la conciencia en vez de obligarla a realizar un trabajo corporal?
2. ¿Qué aspectos de la vida me infunden tanto miedo que trato de evitarlos por todos los medios?
3. ¿A qué tema apuntan mis alergenos? Sexualidad, instinto, agresividad, procreación, suciedad, en el sentido del lado oscuro de la vida.
4. ¿En qué medida me sirvo de mi alergia para manipular mi entorno?
5. ¿Qué hay de mi capacidad de amar, de mi receptividad?
Miel
Al ser un producto natural, la miel suele contener polen. Por lo tanto, contiene un elemento que desencadena alergias nasales. Sin embargo, la cantidad de polen que contiene suele ser bajo. Es por ello que consumir miel puede ser de gran ayuda para aquellas personas que sufren de alergias nasales ya que nuestro cuerpo se irá acostumbrando poco a poco a él.
Té verde
Este producto natural tiene múltiples beneficios para nuestra salud. Uno de ellos es disminuir los síntomas de las alergias nasales. Esto ocurre porque el té verde bloquea la producción de histamina, la cual es la principal responsable de que se presenten los síntomas de las alergias nasales. Consumir este tipo de té frecuentemente nos puede ayudar.
Las esencias florales que pueden ayudar son: VIOLETA Y SAN JUAN