Mal de ojo mal de muchos
Me miras con malos ojos:
Ya el famoso filósofo y jurista romano Cicerón decía
‘ El rostro es el espejo del alma, y los ojos sus delatores’.
Quién no ha sentido en sus propias carnes una escrutadora y punzante mirada de quien por envidia, odio o venganza, nos envía todos los maleficios del inframundo. El mundo está lleno de seres que odian a los demás como a sí mismos. Pero los hay que tienen la facultad de dañar y producir efectos nocivos en sus víctimas, la mayoría de las veces inocentes. Los científicos han demostrado que nuestro cuerpo es emisor y receptor de ‘vibraciones’. Cuántas veces habremos escuchado e incluso dicho “ésta persona me da malas vibraciones”. La Vida es un gran juego de intercambio constante en ese sentido. Son “fuerzas” invisibles pero con más poder de lo que pensamos.
Popularmente se le denomina el ‘Mal de ojo’. Persona que tiene la capacidad de producir mal a otra persona sólo con mirarla. A la persona que queda afectada se le dice que “está ojeada, o que le echaron mal de ojo, o el ojo encima”. Sus efectos pueden ser débiles, mareos, dolores de cabeza esporádicos pero con incidencia en momentos decisivos, o un continuo acoso del individuo donde su vida se transforma en un infierno de contratiempos que pueden conllevar la autodestrucción.
Ya en 1425 Enrique de Villena, hijo de Alfonso de Aragón y prolífico investigador y tratadista en Medicina, Arte y Astrología, escribió el ‘Tratado de la fascinación o del aojamiento’ donde además de describir el origen de dicho mal, hace un profundo estudio de la Prevención, Diagnóstico y Tratamiento para el Mal de ojo. Él explica que la acción de lo que llama ‘espíritu visivo’ se disipa por el aire, en la relación entre el catador y el catado. No solo Villena dedicó años de su vida a su estudio y prevención, también encontramos al famoso médico Arnaldo de Vilanova, al médico de Cristóbal Colón el sevillano Diego Álvarez Chanca, al teólogo Pedro Ciruelo, Jacobo Sprenger y tantos otros. Lo curioso es que todos coinciden en los siguientes puntos reflexivos sobre el Mal de ojo:
(1) El daño es causado por la mirada. (2) Tras este perjudicial influjo se halla la envidia. (3) En su mayoría lo causan las mujeres, principalmente las viejas o las que se hallan en período menstrual. (4) Las víctimas principales son los niños y las personas débiles. La belleza suele atraer al mal. (5) El ‘aojado’ sufrirá daño corporal y espiritual. (6) Recomiendan el uso de amuletos preventivos. (7) Hacen especial mención en la necesidad de “remedios específicos”. (8) La mayoría indica que el mal es peor cuando existe la intervención del Demonio. (9) Por último apuntan que también existe una forma “inocente” de ojear, cuando se producen elogios excesivos aunque no exista el deseo de causar daño. Aunque en un principio estas reflexiones nos perezcan ‘cosas del pasado’ en pleno siglo XXI se siguen manifestando y teniendo en cuenta.
Cómo saber si estamos “ojeados”:
Varios son los métodos naturales que aún se siguen utilizando para descubrir si sufrimos del Mal de ojo. Entre ellos, los más usados por su supuesta certeza, son el Método del Huevo y el de la Sal. El primero es fácil en su realización, sólo se requiere un huevo de gallina o similar y un plato para contenerlo. Por la noche, antes de acostarnos, debemos poner el huevo en el plato y ambos debajo de la cama o muy cerca nuestro. Al despertarnos al día siguiente, partiremos el huevo dentro del cuenco. Si la yema aparece con su color naranja normal, es indicador de que no estamos sufriendo el flagelo de una “mirada insidiosa” . Por lo tanto, según la tradición, deberemos buscar el origen de nuestros males en “otras fuentes” bien sabemos que nuestra forma de vida actual, tiene muchos “alicientes”.
Por el contrario, si descubrimos que la yema aparece color sangre indica que el ‘ojeamiento’ surtió efecto en nuestra persona. A partir de ahí la búsqueda en encontrar solución, tiene varias opciones que detallaré. Antes de ello comentaré la segunda ancestral técnica para saber si estamos ojeados, el Método de la sal. También antes de acostarnos, pondremos un cuenco o plato con sal debajo de nuestra cama, rociaremos la sal con vinagre y dejaremos que “custodie” nuestros dulces sueños. A la mañana siguiente observaremos el estado en que se encuentra la sal. Si vemos que no sufrió cambios de ningún tipo, podremos levantarnos y salir a la calle felices de estar “libres” del efecto. Si hallamos la sal con un feo color amarillento o la vemos como cortada, es indicio que alguien con “malas pulgas” consiguió su objetivo. Otro método muy difundido es el llamado “Dedo en aceite”. La persona debe mojar el dedo corazón en aceite de oliva, colocarlo encima de un cuenco de barro que contiene agua mineral, previamente debe decir en voz alta “Pido ayuda para saber si estoy dominado por el mal de ojo o no”. Sin tocar el cuenco ni el agua, debe dejar caer las gotas de aceite sobrante del dedo en el líquido. Si quedan flotando en el agua una o varias gotas de aceite limpias, sin círculos concéntricos ni separadas, significa que no existe ‘aojamiento’. Por el contrario, si se convierten en círculos concéntricos o las gotas se extienden, es mala señal.
Síntomas del Mal de ojo:
Aunque en la actualidad el “mal de ojo” se lo atribuye a una ‘enfermedad mental transitoria’ en la que se manifiestan la depresión, el desánimo y la ausencia de metas en la vida, el efecto sigue aquí, creando situaciones nada benignas. Realidad y mito se unen en un debate continuo. Analizando seriamente la situación que envuelve al fenómeno, nos encontramos con miles de personas en todo el planeta que observan cómo, de forma súbita e imprevista, la mala suerte, la angustia y los rompimientos, comienzan a pisarle los talones. La mayoría de las veces las víctimas no saben lo que les pasa, las cosas empiezan a ir mal y no le encuentran razón a sus penalidades.
Según estudios los principales síntomas se dividen en Físicos, Psíquicos y del Entorno. Los primeros caracterizados por fuertes dolores musculares, aunque no hayamos hecho ejercicio alguno, modificación intermitente de la temperatura y sudoración corporal, molestos dolores en la zona de los ojos, picazón en el cuerpo, especialmente en el entrecejo y en la coronilla. Los Psíquicos muestran una fuerte tendencia a la negatividad, con la desaparición del ‘amor propio’ junto con la sensación de incomprensión, profunda pereza y ausencia de metas en la vida de forma repentina. Los síntomas referentes al Entorno se manifiestan con la repetición de accidentes, en principio de poca importancia como cortes, tropezones o golpes, visiones extrañas, pesadillas, súbito temor a los sitios oscuros, peleas sin causa o razón, ansiedad ante los viajes o desplazamientos, en definitiva un potencial aumento de la inseguridad.
La sintomatología en los bebés es cosa aparte y bastante delicada. El pequeño ser es muy receptivo, absorbe las energías del entorno con suma facilidad. Un ejemplo clásico es ver que cuando una persona mayor está irritada o enojada y abraza a un bebé, inmediatamente éste rompe en un sollozo. Son muy vulnerables y su condición afectará tanto a su comportamiento como a su estado físico y emocional. Eliminar estas influencias negativas, según la tradición, tiene sus métodos particulares. Tanto en los pequeños como en los mayores con débil carácter, es más frecuente encontrar el resultado de estas malas influencias. En los pequeños suelen aparecer súbitas enfermedades, dejan de comer, se ponen muy llorones y se ve aumentada rápidamente su temperatura corporal.
Antídotos al Mal de ojo:
En el caso de los pequeños, tradición que viene de antaño, se le quita el Mal de ojo pasándole por todo el cuerpo una ‘célula viva’ (un huevo) al tiempo de una oración. Se cree que ella absorberá todo el mal infundido en una especie de “succión” energética, donde la célula que luego debe ser destruida, se lleva la negatividad. Esto hace pensar un poco en ese principio de la ‘Ley de la Conservación de la Energía’ que dice ” La energía no puede conservarse o destruirse, sólo se puede cambiar de una forma a otra “.
En algunos pueblos la forma que tienen en contrarrestar el efecto del Mal de ojo, es vertir un chorro de aceite sobre un plato con agua limpia, si en la superficie de ésta aparece una especie de “ojo” en el centro, inmediatamente debe ser cortado con el filo de un cuchillo o navaja, luego echar un puñado de sal gruesa en el agua, al tiempo de rezar un Padre Nuestro pidiendo por la salud de la persona.
Otro hechizo que se utiliza para erradicar el mal se basa en el ‘agua de lluvia’. Según los “usuarios” del mismo, puede utilizarse también agua mineral o destilada, pero siempre es mejor aprovechar los momentos en que llueve y almacenar el preciado elemento para estas circunstancias. El método es muy simple, hace falta un vaso nuevo y limpio, agua de lluvia y tres trozos de carbón vegetal. Debe colocarse el agua dentro del vaso junto con los tres trocitos de carbón. Colocamos el vaso detrás de la puerta de entrada de nuestra casa y lo dejamos ahí hasta que los trocitos de carbón sean disueltos. Luego el contenido debe tirarse y el vaso ser muy bien lavado bajo chorro constante de agua, para usarlo si es necesario en otra ocasión. Recomiendan no usar el vaso jamás para otro fin que el hechizo.
Unos son los hechizos para quitar el Mal de ojo, también desde los más remotos tiempos nos llegan los ‘amuletos’ que son utilizados como prevención. Es el caso del ‘Ojo de Horus’ que brinda características mágicas, protectoras y sanadoras a quien lo usa. Dice la leyenda que Horus lo utilizó por primera vez como amuleto mágico cuando lo empleó para devolver la vida a Osiris. Los ‘amuletos’ son tan antiguos como la humanidad, los primeros eran objetos naturales como piedras, cristales o maderas talladas. La fe y la creencia en ellos suelen hacer “prodigios” en las personas, al menos eso es lo que cuentan quienes los llevan. En todas las culturas los hay y han llegado hasta nosotros en distintas formas, pero con iguales objetivos.
Sus formas variopintas van en función a lo que se quiere proteger. Pero su real fuerza y poder radica en la forma y materiales en que son construidos. Los metales nobles o naturales son primordiales, aunque lo fundamental está en el ritual que se produce a la hora de su manufacturación. Sólo los ‘Iniciados’ o ‘Magoi’ tienen el don de realizarlos. Bajo una ‘constelación’ determinada, una Fase Lunar apropiada y unos “conjuros” personalizados, se logra que dichos elementos tengan el poder de ‘escudo protector’ al que los lleve. Muchos son los rituales y amuletos que existen para quitar el “mal de ojo” aunque el verdadero poder se halla en nosotros mismos. Ellos son una ‘herramienta’ que psicológicamente nos ayuda a pensar que estamos liberados del mal y que potencia nuestras naturales defensas interiores. La realidad es que si crees “ciegamente” en el mal lo fortaleces y los obstáculos crecerán como una bola de nieve. Buscar en nuestro mundo interior y no permitir que las sugestiones negativas del medio invadan nuestra mente, serán siempre el mejor ‘escudo protector’ ante los conflictos.
Bien es cierto que a veces, en la vida de muchas personas, parece que “fuerzas superiores” ponen a prueba nuestra paciencia y energía. Como aquél que decía ‘ Hay quien nace con estrella y quien nace estrellado ‘. Pero, al menos en nuestro plano, nunca permitas que nadie domine tus pensamientos. Nadie podrá dañarte si tú no lo permites. Mantente siempre atento a las influencias del medio y recuerda lo que decía Alejandro Dumas ‘Dios ha querido que la mirada del Hombre fuese la única cosa que no se puede ocultar’.
Creas o no es una información interesante.
lo que si es que siempre mantente positivo y tendras muy buena energia física, mental y emocional.....
Sat nam...
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