CRECIENDO EN CONCIENCIA CON CONCIENCIA CELULAR
Para vibrar en sintonía con los nuevos tiempos
Para vibrar en sintonía con los nuevos tiempos
Objetivos:
Alinearnos con nuestro Ser.
Equilibrarnos mutuamente.
Limpiar viejos patrones limitantes.
para nuestra experiencia actual
como
de nuestra herencia ancestral.
Aprender las técnicas de Conciencia Celular
para asistir a otros
Nuestro cuerpo es una
máquina perfecta a las órdenes de nuestra voluntad. Como un ordenador que
contiene una serie de documentos y programas, así nuestra biología responde a
nuestra intencionalidad.
Somos mucho más que un
cuerpo denso. Éste contiene la esencia de nuestra espiritualidad, encontrándose
en cada rincón y en cada célula de nuestro organismo. Todo lo que vivimos,
experimentamos, pensamos y sentimos queda almacenado en nuestra conciencia,
pero ésta no se encuentra en nuestra mente, sino en cada una de nuestras
células, como si todo lo que “entrara” en nosotros, se archivase una copia en
cada célula, porque cada una de ella alberga una conciencia, la que habita en
nosotros en nuestra mente, como si de ella reprodujera una copia y la enviara a
cada parte de nuestra esencia biológica más pequeña, ¡Nuestras células
contienen una conciencia según somos, mostrando, si pudiésemos analizarlo, al
verdadero ser que estamos manifestando a cada instante! Esta conciencia puede
modificarse, y en el fondo así es, según nosotros vamos evolucionando.
Lo que atraemos en
nuestra vida está en consonancia al grado de conciencia que tenemos. La visión
del mundo que tenemos nos lleva a identificarnos con un tipo de energía u otro,
hecho que hace entrar en acción la ley de atracción: “aquello en lo que crees y
manifiestas, atraes a tu vida.”
Muchas veces no
entendemos porque la vida nos da o quita tal situación y otra.
La ley de Atracción. Hay
una ley universal conforme energías iguales se atraen, pues bien, las energías
que vibran igual o parecido sintonizan entre sí y se atraen.
Todo nuestro cuerpo a
través de las irradiaciones energéticas de nuestras células emitidas por el
nivel de conciencia que habita en sus interiores emanan a nuestro entorno un
tipo de vibración y ésta atrae y absorbe más de lo mismo. Preocupación atrae
preocupación, así como desconfianza, recelo, escasez y todo desequilibrio por
una falta de amor, más de lo mismo; pero también la alegría, la auto estima, la
confianza, la paz y serenidad, así como prosperidad, también atrae más de este
tipo de energía. Recordad: energías iguales se atraen.
Gran parte de la
humanidad todavía ve al ser humano como un individuo de forma, denso y
limitado. Ignoran la verdadera esencia que habita en él: su divinidad. Nuestro
cuerpo, soporte para ayudar a evolucionar a nuestra alma es una con ella. No
hay diferencia entre la materia que nuestros ojos ven y la energía espiritual
de nuestro ser.
Todo es energía. Toda
materia es energía y el soporte energético de nuestra materialización,
realización y perfecta salud se encuentra en cada una de nuestras células.
Ellas contienen la chispa de nuestra divinidad, una conciencia que abre las
puertas de nuestra plenitud o absoluta limitación. Nuestros pensamientos,
palabras y actitudes ante la vida son las órdenes que activan el grado de
conciencia de nuestras células. El pensar y decir constantemente: “yo no puedo
porque ya soy viejo” da las órdenes de limitación, dolor e impotencia a nuestro
cuerpo para que no pueda hacer ciertas cosas ante la vida que sí puede hacer
para continuar su camino de Ascensión. El ser positivo, tener fe y confianza da
las órdenes a cada una de nuestras células de” ¡Adelante, lo conseguiremos!”, y
nuestras células actúan a nuestro favor para que así sea.
“El envejecimiento es fruto de nuestras
limitaciones adquiridas en un pasado”.
Nuestras creencias y
pensamientos están en acuerdo con nuestro grado de evolución. Si los cambiamos,
nuestra actitud ante al vida será diferente y podremos disfrutar y ser más
felices en nuestro proceso actual.
Nuestro cuerpo reacciona
según las órdenes que le vamos dando a través de nuestras expresiones y
manifestaciones. La vida no depende del azar, depende de nosotros mismos: según
lo que somos, atraemos. Recordad la ley del universo de energías iguales: ¡”se
atraen!”.
Nuestro cuerpo no es solo
físico, es espiritual. Por eso, se emociona, llora, ríe y se enfada según vemos
o sentimos, porque sintonizan nuestras células con las emociones y nuestros
sentimientos. El motivo es uno: Tienen conciencia. Ellas hacen que deseemos
vivir o sintamos que la vida no vale la pena vivirla. Somos nosotros que les
estamos dando estas órdenes según nuestra visión de la vida. Energías iguales
se atraen.
Tu ser atrae aquello en
lo que cree y siente. ¿Qué tal si cambiamos nuestra actitud y visión de la vida
por una de más amorosa, positiva y amable empezando por nosotros mismos?
Nuestras células recogerán este nuevo mensaje y atraerán más de lo mismo.
Tú, amado ángel que estás
leyendo estas palabras, no es porque sí que así sea. Abre tu conciencia y tu
corazón y sabrás que eres un Ser Superior en una experiencia terrenal donde la
primera sensación es de limitación. Aparta el velo que ofusca tu condición
humana y date cuenta del verdadero ser que hay en ti. Dios se encuentra en ti.
Tú eres energía del universo. Tú eres Amor, Luz y Conciencia.
Tu cuerpo y la vida
siempre quieren darte la razón. Recuerda: aquello en lo que piensas y sientes,
atraes hacia ti. No desvirtúes la belleza de tu vida. ¿Querría Dios, siendo a
su imagen, que fueras y te manifestases limitado? Tú eres mucho más de lo que
ves en ti y de ti. Tú eres un Ser Superior en un proceso de recordar tu
verdadera naturaleza.
Da a tus células el
alimento espiritual, no solo físico, que necesitan.
Sanar tu conciencia celular elevará tu alma y
tu espíritu.
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